Aumentan vendedores en la feria de las pulgas
Miles de personas llegan a instalarse a las colas de las ferias libres en todo el país, para conseguir un ingreso económico a través de la venta de ropa o artículos usados. Desde que comenzó la emergencia por el coronavirus, personas que quedaron sin trabajo en las últimas semanas, se sumaron a este tipo de comercio informal generando un aumento evidente.
José Rivera Muñoz, presidente del Sindicato de Emprendedores Atacameños de las Ferias de las Pulgas de Copiapó, mencionó que “se preveía que iba haber más gente de lo normal. Los días sábados o domingos se nota que está llegando más gente con sus cosas a vender”.
Respecto a si tomarán medidas por el aumento de vendedores, Rivera comentó que “Hay que darles un lado e ir acomodándonos de a poco. En estos momentos, no hemos tomado ninguna medida porque no nos hemos podido reunir con los demás sindicatos ya que están prohibidas las reuniones. Esperamos más adelante juntarnos con los demás sindicatos para ver qué se puede hacer”.
Lily Maury Cano, quién es la tesorera del mismo sindicato, también ha notado el crecimiento asegurando que “Después de los aluviones del año 2015 comenzó a llegar mucha gente a la cola de la feria. Desde el año pasado también aumentó bastante y después del estallido aún más”. También cuenta que muchos socios que son adultos mayores, no han ido en este último tiempo, pero que nuevas personas han ido ocupando sus lugares.
Una de las personas que perdió su empleo producto de la pandemia y que se vio en la necesidad de ir a vender a la feria de las pulgas es Anasario Cisterna, a sus 75 años de edad, hasta hace un mes trabajaba en una empresa contratista y fue despedido luego de una reducción de personal por el COVID-19.
Cisterna va a la feria junto a su señora Mirna Valdés y se instalan en una esquina donde pasan menos peatones, porque quieren evitar un posible contagio del virus.
Don Anasario afirmó que “Vengo a la feria para ganarme los porotos, vengo hace como un mes y vendo todo tipo de ropa y cactus que les saco a mis hijos. Me va más o menos, se saca algo para comer. En caso que me vaya mal, me las tengo que arreglar como pueda”.
A pocos metros de Anasario, se encuentra Magin Carmona, quien vende algunos frutos y artículos usados. Hace más de 6 años comenzó a vender en la feria, para conseguir un ingreso extra ya que es jefe en obras civiles, pero este último tiempo dice que ha tenido menos trabajo.
Con el tiempo que lleva en el rubro, Carmona reconoce que ha visto un aumento de vendedores en estas últimas semanas, concluyendo que “La gente busca lo más barato porque la cesantía está mal. Yo soy jefe en obras civiles y acá termino porque cuando me quedo sin pega, vengo e igual me llevo mis pesos para la casa para parar la olla, porque no queda de otra”.