Padres denuncian presunta negligencia médica. Su hija falleció horas después de nacer en el Hospital de Copiapó

Lo que era un embarazo feliz y deseado para Fabiola Castillo, terminó convirtiéndose en una gran tristeza, la madre denuncia que fue víctima de violencia obstétrica y que su bebé falleció por una presunta negligencia en el Hospital Regional de Copiapó, donde dio a luz.
Castillo señala que es diabética y que su embarazo lo trató su médico de cabecera en la Clínica Atacama, quien se percató que estaba muy descompensada y la derivó hasta el Policlínico de Alto Riesgo Obstétrico (ARO) del Hospital Regional. Además, el profesional le diagnosticó hipotiroidismo.
Fabiola asegura que nunca falló a un control médico en el ARO y que siguió atendiéndose con el mismo profesional, pues él también trabaja en el centro de salud pública.
“En las últimas ecografías mi hija estaba bien, no tenía ningún problema, en la semana del 20 de octubre la última ecografía muestra que mi hija es un feto grande para su edad gestacional y que tenía muchos polihidramnios, que es mucho líquido en mi guatita. Estaba pesando 2 kilos 900 gramos lo que era bastante para las semanas de gestación”, señaló Fabiola.
La mujer continúa su relato, “El día 28 de octubre me toca control con mi doctor en el ARO y él resuelve que el día 11 de noviembre me corresponde internarme para interrumpir el embarazo, siempre pensando en un parto inducido, jamás una cesárea”
El día 4 del presente mes, la madre se presentó en la urgencia del hospital, ya que tenía sus manos y pies muy hinchados. Al llegar asegura que le realizaron exámenes los que arrojaron que tenía una preeclampsia, la dejaron internada y decidieron inducir el parto.
Según recuerda, a las 7 de la mañana del día siguiente la trasladaron al área de preparó, donde habría recibido los medicamentos para la inducción.
Todo iba normal, hasta que a las 8 de la tarde se realizó el cambio de turno. Así lo describe la mujer, asegurando que en ese momento, su vida cambió.
“En una vomité y la matrona dijo “vomitó tira una sabanilla en el piso». El anestesiólogo vino dos veces y aún así casi dormida de cuerpo tenía que seguir. La matrona en el mismo momento que yo seguía empujando me hacía tacto para ver la cabeza de la guagua. El doctor de urgencia jamás me vino a ver. Siempre las matronas solas”.
En su relato además señala que una auxiliar paramédico le dijo, “qué tanto te quejas cabra, ponte a pujar, hazlo por tu guagua» – a lo cual ella le responde- “señora usted cree que no me duele, he estado todo el día así sin comer, ya no tengo fuerzas”.

Según su relato, a las 5:30 de la madrugada deciden cambiarla al área de parto, cuando aún tenía entre 7 a 8 de dilatación.
Luego recuerda que le costaba pujar, ya que no tenía fuerzas y estaba sin insulina, “Una matrona quien es la que revisa a los recién nacidos, se sube en mi pecho con su rodilla y yo rogándole que por favor me dejara respirar, me decía «ahora tu guagua, ayuda a tu guagua». Cada vez me apretaba más con su rodilla, mi hija tiraba más sus pies hacia arriba. Entonces cuando saca su cabeza, queda estancada y las dos auxiliares paramédicos cada una con una pierna hacia cada extremo. La matrona comienza a meter hasta su ante brazo en mi útero para sacar la guagua y no podía, la tiraba de cuello».
Luego cuenta que fueron a buscar al médico ginecólogo de urgencias de, quien habría llegado después 5 minutos, «Él va se sienta y les dice contrólense esto es un parto, me toma y hace una incisión, saca a mi bebé, ellas salen con mi bebé como si fuera un animalito, dejan al doctor solo y a mí con la placenta dentro por más de 10 minutos, en el cual el doctor me dice «Fabiola tienes una hemorragia, mírame o si no te vas». Me raspa para sacar la placenta que se había pegado, me cuese y me ponen anestesia, me pusieron la naricera con el oxígeno y ya después reaccioné en otra sala y mi hija en neonatología”. Relata la mujer sobre lo que vivió en la sala de parto del Hospital Regional de Copiapó.
A la media hora después se habría acercado la matrona que estaba ingresando al turno de las 8 de la mañana y le menciona que su hija está complicada.
Fabiola asegura que junto a su pareja, nunca pudieron ver a su hija a la cual llamaron Isidora Esperanza , recién a la 1 de la tarde les habrían dado autorización para bajar a conocerla. Fue en ese momento cuando se dieron cuenta que la pequeña estaba completamente entubada y que el médico les habría dicho, “se recibió en muy malas condiciones tu guagua, si yo te la desconecto ahora, tu hija se va, si tu hija se logra salvar va a quedar con daños neuronales de por vida, sino te queda vegetal”, reafirma la madre.
En horas de la tarde les informaron que tenían que bajar, “Llego a neonatología y a mi hija ya la habían desconectado por un paro cardiaco en primera instancia y ahí mi vida se derrumba. Mi hija venía sana, no tenía diabetes, ni nada y se le truncó la vida con este tipo de gente que no sabe respetar la vida de los demás”, dice Fabiola consternada.

Con tristeza recuerda que después de sepultar a su hija, fue a su casa abrió el closet y vio todas las cosas que le tenía, ya que a diferencia de lo vivido con sus otros dos hijos, reconoce que en esta ocasión se había preparado para tenerla. Cuenta que en ese momento sintió un profundo dolor al ver los «trajecitos y aritos» que tenía para ponerle.
Marco Iribarren, pareja de Fabiola y padre de la pequeña Isidora Esperanza, también manifestó lo afectado que está debido a lo ocurrido, “Es bastante complicado porque es mi primera hija, duele ver sus cosas acá, duele recordar y ver a las personas que mataron a mi hija en el hospital. Es difícil ver el daño psicológico que tenemos con mi señora. Como papá pasé lo que es la parte fea, que es el retirar el cuerpo, hacer los trámites de defunción y de verdad duele y molesta mucho, estamos muy sensibles, muy devastados, pero vamos a seguir luchando para que se haga justicia por nuestra hija”, señaló.
Sobre las acciones que van a tomar al respecto la madre afirmó que, “Voy a llegar a lo último, voy a demandar al Estado si corresponde, al hospital, voy a pedir la destitución del cargo del médico de urgencia y sacar a las matronas y a las auxiliares paramédicos de sus funciones, porque no corresponde que trabajen con vidas. Todos los días voy a luchar con eso, porque no es el único caso que hay en Chile, ni en Copiapó. Lamentablemente, ya se hizo costumbre el maltrato hacia la madre cuando va a parir”.
Hospital Regional de Copiapó
A través del siguiente comunicado de prensa, desde el Hospital Regional de Copiapó dieron su versión de los hechos y la investigación que están realizando respecto a la denuncia realizada por los padres de la menor Isidora Esperanza Iribarren Castillo.
«En primer lugar, como establecimiento asistencial entregamos nuestras condolencias a la familia tras el sensible fallecimiento de su hija.
En relación al alumbramiento, el proceso de parto se realizó siguiendo los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud.
Tomado conocimiento del fallecimiento del recién nacido, se solicitó iniciar una auditoría Clínica, proceso que se encuentra protocolizado en casos de fallecimiento de madre o recién nacido.
De igual manera, la dirección de este Hospital instruyó iniciar un Sumario Administrativo, con el objeto de indagar los hechos y establecer la eventual existencia de responsabilidad por parte de algún funcionario de nuestro establecimiento».