Personas del Mar: Frida Sapunar, maestra de cocina marina

Texto: Sebastián Espinoza

Fotos y video: Israel Chávez

Frida Sapunar ha estado ligada al mar desde que nació. Su padre buzo pescador y su madre una experta cocinera de los “manjares” del océano, le inculcaron una cultura que es un estilo de vida, que no solo la apasiona, sino que también es su sustento económico. 

Actualmente es la dueña del Restorán “La Patrona”, en el centro de Caldera, pero su coqueteo con la cocina inició mucho antes y fue una herencia familiar que ha desarrollado por toda su vida.

“Yo aprendí la cocina del mar de mi madre, ella me fue mostrando la preparación de varios platos que hoy son un éxito. Esa enseñanza me ayudó a tener las herramientas para lanzarme a comercializar mis productos, sabiendo que el sabor sería muy bueno”, destaca la cocinera.

Sobre sus inicios en el rubro cuenta que en “La Picada de San Pedro”, inició su negocio en el muelle de Caldera. Ahí comercializaba productos directos de los pescadores, en especial el churrasco marino. “Esa fue una buena experiencia y uno va aprendiendo de los productos, a mis recetas le sumé poder tener los pescados y mariscos más frescos”.

Sus preparaciones

Los clientes llegan a “La Patrona”, buscando los extras de la carta, principalmente las pailas marinas, los pescados fritos con agregados o caldillos. “Acá la gente ya me conoce y en ocasiones esperan a que yo esté en la cocina para preparar los platos. Un buen plato necesita buenos productos, pero también ciertos toques personales, entre los que esta el vinito blanco”, comenta Frida entre risas.

La Patrona, como le apodan, insiste en que los platos del mar deben ser contundentes, “he visto unas pailas marinas medias pobres y deben tener de todo un poco para el sabor, no solo choritos como las he visto en otros lados”.

“El mar es el sueño mío y uno se cría en la costa. Nosotros tenemos que respetarlo, es como una madre para nosotros, igual que para los pescadores”.

Acerca del negocio destaca que se mantenga la tradición familiar y junto a su esposo e hija manejan el negocio. “Mi abuela tenía una quinta como ésta y una tía igual tiene su negocio en Diego de Almagro. Yo siempre quise tener este local, es de los años 50’ y antes venía cuando era un centro de bailes”.

Para Frida, Caldera y la costa son su vida, su familia y su negocio la han ligado por tradición y tiene un cariño especial que lo refleja en sus palabras. “El mar es el sueño mío y uno se cría en la costa. Nosotros tenemos que respetarlo, es como una madre para nosotros, igual que para los pescadores”, enfatiza de corazón.