Dueños de restaurantes de Copiapó viven el día a día con incertidumbre

La pandemia del coronavirus sigue afectando la economía de muchas personas en todo el mundo, dejando miles de desempleados y empresas de todo tipo que han debido cerrar.

Uno de los rubros que se ha visto afectado es el de los restoranes y en Copiapó existen varios ejemplos de ello.

En Calle Atacama llegando a Vallejos está el restorán peruano Guitarra y Cajón, cuyo dueño es Guino Alcalde, quien dice estar viviendo un panorama incierto y desafortunado por no poder atender al público, debido a las medidas que tomó la autoridad sanitaria por la pandemia. 

Guido hizo un llamado a la autoridad sanitaria, “si a nosotros nos cierran nuestras puertas para atención a público no podremos generar ganancias, entonces hago un llamado a la Seremi de Salud para ver si podemos atender con las mismas medidas de seguridad o con los mismos protocolos que están atendiendo en estos momentos las grandes tiendas. Éstas atienden público todos los días y nosotros exigimos lo mismo que ellos”, a su vez agregó que, “nosotros podemos tomar las mismas medidas que los demás, como tomar distancia, toma de temperatura, el uso de mascarilla, guantes y alcohol gel. Estamos dispuestos a aceptar cualquier medida que nos pongan”.

Además, el dueño de Guitarra y Cajón dice que sólo están vendiendo comida para llevar y que sus ganancias han bajado un 70% desde que comenzó la pandemia, llegando a despedir a casi todo el personal. Asegura que está al borde del colapso, al igual que muchos de sus colegas.

Sobre si ha recibido alguna ayuda, Alcalde dice que, “no hemos tenido ninguna ayuda por parte del Gobierno, la única ayuda entre comillas es el aplazo de los préstamos que tenemos con los bancos, pero aparte de eso la ayuda que ellos creen que es buena no nos sirve a nosotros. Ellos quieren que saquemos un préstamo y lo paguemos después de 6 meses o sea es lo mismo, es encalillarse, eso para nosotros no es un apoyo”, finalizó.

Ya van varios locales que han tenido que bajar sus cortinas debido a la crisis económica. Uno de ellos es el ex restaurante Mancora Beach, que cerró porque no había ingresos que les permitieran seguir funcionando. Daniel Vásquez, quien era su dueño dijo que, “el local cerró hace un mes y tuve que despedir a cuatro personas. No tuvimos ninguna ayuda, ahora estamos esperando a que pase la situación para ver si se puede estructurar otro, pero esto sería comenzar desde cero”.

Vásquez, añade que, “deberían apoyar más a las pymes, ya en realidad son las empresas que más necesitan ayuda”.

Antes de la pandemia se podía ver a los restoranes que están en calle Chacabuco, entre calle Chañarcillo y avenida Copayapu, llenos de personas consumiendo comida casera durante la hora de almuerzo. En estos días, ese paisaje es totalmente distinto y sólo se puede ver esos locales a medio abrir con sus dueños ofreciendo comida para llevar.

En calle Chacabuco #180 se encuentra el restorán “Shalom”, que tiene 22 años funcionando en el mismo lugar. En la entrada hay una rejilla donde se puede ver a Jaime Flores, quien es el dueño y que cada día ofrece almuerzo para llevar, “La verdad es que estamos pésimo porque estamos vendiendo sólo para llevar y nos ha bajado la venta en un 70%. Cuesta cumplir los compromisos de pagos que tenemos, es muy difícil el panorama que estamos viviendo y no sabemos hasta cuando va a durar”, aseguró el locatario.

El dueño de “Shalom”, antes de la pandemia, tenía trabajando a 5 personas y ahora sólo queda él junto a su esposa. 

Flores también aprovechó de hacer un llamado a la autoridad sanitaria de Atacama, “a la Seremi de Salud le hago la petición de autorizarnos a abrir. Estoy dispuesto a habilitar, aunque sea para atender a una persona por mesa y arreglar el espacio para salir adelante, la idea es que vengan ellos y vean los locales y nos digan cómo hacerlo”.

Frente al negocio de Jaime Flores se encuentra el restorán “El Parrón” y fuera del local se puede ver Valeria Salgado, quien ofrece el menú para llevar a los transeúntes que pasan por el lugar.

Valeria explica que, “sólo tenemos comida para llevar, tengo que salir a ofrecer a la vereda, estamos atendiendo para pagar el arriendo y así seguir con el local cuando esto pase. Trabajo con mi mamá quien es la dueña del local y que antes hacía el trabajo de administradora y ahora es la cocinera. Antes éramos 3 garzonas y ahora sólo quedo yo”.

La crisis está afectando a todo tipo de restoranes, ya sean grandes o pequeños y muchos de ellos han tenido que reinventar su sistema de ventas para tratar de sobrevivir, mientras otros se vieron obligados a cerrar.

Consultamos al Seremi de Economía de la Región de Atacama, respecto a qué ayuda están entregando a este tipo de comercio, pero declinó referirse al tema. 

Además, dimos a conocer a la Seremi de Salud de la región, la solicitud de algunos dueños de restaurantes de reabrir sus locales para la atención al público y así dar a conocer su postura al respecto, pero hasta el cierre de está nota no entregaron una respuesta.