Madres de jóvenes desaparecidas en Copiapó cuestionan diferencias en la búsqueda de sus hijas con caso del pequeño Tomás

Madres de jóvenes desaparecidas en Copiapó cuestionan diferencias en la búsqueda de sus hijas con caso del pequeño Tomás

Búsqueda del pequeño Tomás Bravo. (Foto: Gobierno Regional del Bio Bío)

Ya han pasado 6 días desde la desaparición del menor Tomás Bravo de tan solo 3 años de edad en la comuna de Arauco, caso que ha tenido en incertidumbre a gran parte de país al no saber de su paradero.

Luego de que se perdiera el rastro del menor se dio inicio a una masiva búsqueda la cual ha incluido a personal de la PDI, Carabineros, Grupo USAR de Bomberos, trabajadores forestales y de la Armada de Chile.



El grupo de búsqueda supera las 300 personas, trabajo al que se sumó el apoyo de la Fuerza Área, entidad que puso a disposición una serie aviones tripulados y no tripulados, dotados de tecnología de punta, la que incluye imágenes satelitales y láser de alta resolución, además del uso del avión del Servicio Aéreo Fotogramétrico.

Si bien existe preocupación por lo que está ocasionando la desaparición del pequeño Tomás, también han surgido cuestionamientos en Copiapó, debido a la diferencia de recursos implementados en dicho caso en comparación a los utilizados en las labores de búsqueda de las jóvenes que permanecen desparecidas en la capital de Atacama, como son Catalina Álvarez, Thiare Elgueda y Tanya Aciares.

Evelyn Acuña, madre de Thiare Elgueda ha mostrado preocupación por el menor desaparecido, pero también resalta que existiría una  evidente diferencia en los operativos de búsqueda, “No sé cuál será el motivo de tanta diferencia y recursos que disponen para los distintos casos. Si bien es cierto es un pequeño de 3 años y lleva poquitos días desaparecido, en su caso pusieron toda la tecnología disponible para poder encontrarlo y eso está bien, pero no ha sido así con nuestra hija o como el caso de Catalina”, mencionó la mamá de la joven de 19 años que desapareció el pasado 2 de noviembre luego que saliera de su domicilio en la Población Cartavio en Copiapó con destino a Caldera.

La madre insiste en que, “Quiero pensar que es por la diferencia de edad y por el tiempo de desaparición, porque cuando desapareció prácticamente de inmediato se tomaron todas las medidas y en el caso de Thiare no pasó. Esperaron como 3 semanas para recién salir a buscar y fueron unos 3 días de búsqueda de la PDI, porque nosotros seguimos con algunas ONGs y grupos que nos ayudan de forma anónima en buscar”.

Respecto a que si es necesario, al igual que en el caso del pequeño Tomás, incluir personal militar en el rastreo, Evelyn aseguró que, “Porsupuesto que sí, toda la ayuda de recurso es necesario para las búsquedas, tanto para nuestra hija, como para Catalina y todas las personas desaparecidas. No creemos que debería existir diferencias, ya que al final son personas, es una vida humana la que está en juego”.

Thiare Elgueda.

Acuña enfatiza en que no quiere pensar que hay un abandono por parte de la autoridad y que lo implementado responde a que en la zona donde desapareció el menor existen más recursos  porque está más cerca de la capital y es un tema de centralismo.

A la autoridad le pedimos que por favor pongan más recursos, me gustaría que fuera igual que en el caso del niño, pedimos que se tome en consideración nuestro caso”, dijo la mamá de la joven que lleva casi 4 meses desaparecida.

Pero no sólo la familia de Thiare Elgueda dice haber notado una diferencia en el sistema de búsqueda y destinación de recursos. Ximena Godoy, madre de Catalina Álvarez, joven de 16 años de edad que desapareció en Copiapó el 24 de junio del 2019, también ha hecho mención de aquello. Es así como señaló a este medio que, “Están más que claras las diferencias que hay. Nosotros pedimos que sacaran a los militares a buscar, a revisar el desierto y no nos tomaron en cuenta. No sé por qué la diferencia, allá han movido muchas más cosas que acá, a nosotros nunca nos tomaron en cuenta”.

Catalina Álvarez.

Godoy además resaltó que, “Acá sencillamente no se hicieron las cosas como se tenían que hacer o quizás tiene tan poco peso la ciudad de Copiapó que nadie nos toma en cuenta. Tenían que haberse hecho las cosas como se hacen en otros lados. Pasó con el caso de Ámbar igual, allá veíamos mil funcionarios de la PDI buscando y acá apenas un grupo pequeño de la Brigada de Homicidios”.

Respecto al uso de más tecnología como aviones de la FACH para buscar, Ximena dice que, “lo tenían que haber hecho al principio. En la primera semana tenían que haber trabajado como se hizo con el pequeño, pero eso ya no sirve, lo que necesitamos es más gente para caminar y abarcar más lugares y así cerrar el círculo que es lo que marca la antena de telefonía, no es un lugar muy amplio, ni muy lejano, pero necesitamos gente que nos ayude”.

“Hable con el intendente, le hice llegar una carta para el Ministro del Interior que decía que acá necesitábamos gente, que no se podía desaparecer otra niña y que no se encontrará. Llevamos un año y tanto con la Cata y ahora 4 meses con la Thiare, más la otra niña que está de antes ( Se refiere a Tanya Aciares, joven cuyo rastro se perdió el 19 de octubre del año 2018 en Copiapó, cuando tenía 14 años). Pedía que llegara más gente a buscar, porque acá son muy pocos, pero nunca recibí respuesta. En la reunión el intendente me dijo lo de siempre, que están disponibles a escuchar y al final no ha pasado nada”, explica Ximena, quien además dice que continúan buscando como familia en conjunto con ONGs y ahora con personal del Labocar de Carabineros para así dar con el paradero de la menor que desapareció desde el sector de sector Placilla Morales de Copiapó, luego que abordara un taxi colectivo conducido por Hugo Pastén, único imputado por su desaparición y que continúa detenido en la Cárcel de Huachalalume en La Serena a la espera del juicio en su contra.

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